¿El PP comparte asesor con Belén Esteban?


Rajoy comparte asesor con Belén Esteban. Estoy convencido. Sólo así puede entenderse que tanto el PP como la Esteban hayan iniciado este verano una estrategia de lo más esperpéntica para captar la atención de los medios: y lo han conseguido. Poco importa a costa de qué, pero lo han conseguido.

No es ni casual ni fortuito que la rocambolesca teoría de la inquisición al principal partido de la oposición aparezca en verano, en pleno agosto. No es fruto de un descuido que María Dolores de Cospedal haga unas de las declaraciones más graves de la democracia en la playa y en agosto. No es un error. Sabían muy bien lo que hacían: asegurarse el dominio mediático en el momento del año en que la política tiene menor actividad.

No fue casual, tampoco, que el tema Watergate estallara en el verano de 1973 y no durante las elecciones: hacer según que cosas en verano te asegura mantener viva la llama de tu historia. Y así ha sido. Pero, ¿a costa de qué?

El Partido Popular se ha propuesto dinamitar los puentes con todos. Saben muy bien lo que hacen, ser un mártir en política vende, y mucho. Poco importa que hayan deslegitimado a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado –sí, los mismos a los que felicitan por desmantelar zulos de ETA-, a jueces y fiscales –que raro que no los deslegitimaran con tanta fuerza ante tantos errores o polémicas judiciales, como el magistrado homófobo y alguno de los machistas, por decir algo- y a todo el que se atreva a apuntarles con el dedo.

Saben muy bien lo que hacen al crear una enorme cortina de humo para tapar quien sabe qué a costa de mucho. Eso sí, cuando se habla de la previsible sentencia del Tribunal Constitucional sobre el recurso que ellos mismos presentaron contra el Estatut, entonces habrá que acatar a pies juntillas la sentencia. Cuando va contra nosotros, son malos. Cuando van con nosotros, son buenos.

Y digo que el PP me recuerda a la Esteban porque se ha pasado el verano hablando de lo suyo, de lo de siempre (su ex-novio, la mujer de su ex-novio, su hija), con un baile de acusaciones sin pruebas, sin presentarse en un juzgado. Y es que parece ser que acusar a todos de contra todo es gratis en este país.

Parece como si, como sociedad, nos hubieran puesto algún anestésico en el agua de las playas y piscinas para que nadie se levante y diga basta. No se puede ser una alternativa seria de gobierno en este país tras haber deslegitimado sin una sola prueba a la médula espinal de nuestra convivencia. Ya no es una cuestión de ideología política, es una cuestión de decencia: si lo que ha denunciado el PP es cierto, pruébenlo de una vez y yo seré el primero en pedir que dimita en bloque el gobierno.

Pero el PP tendrá suerte. Nuestra memoria colectiva es débil y cuando lleguen las elecciones ya no pensaremos en eso. Cospedal no habrá dimitido. Tampoco lo habrá hecho Camps (los tribunales le han absuelto, de momento, pero como ciudadano me preocupa eso de ver como nuestros políticos reciben regalos a cambio de Dios sabe qué), y ni siquiera lo habrá hecho Rajoy.

Tampoco habrá desaparecido la Esteban de la televisión. Como tantos otros personajes de la televisión que también contribuyen al descrédito de la justicia con demandas arriba y abajo. Pero bueno, quizás el anestésico social lo estará aplicando la Esteban, que aconsejada por el mismo asesor popular, sabe que el pan y circo minimiza la irresponsabilidad popular… y si la Esteban por Andreíta ma-ta, ¿que no estará dispuesto a hacer Rajoy por ser presidente?

(Atención a lo que dice la Esteban en el minuto 4:15…)

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