Sistema productivo y Educación

No es posible abordar los cambios necesarios del sistema productivo español, sin dar respuesta a la cualificación de los trabajadores. Trabajadores cualificados, una buena organización del trabajo y la introducción de mejoras tecnológicas, son las bases para incrementar la productividad y competitividad de nuestro aparato productivo.

Nuestro país ha realizado un importante esfuerzo para superar la brecha histórica que nos separaba de Europa en materia educativa. La extensión y universalización de la educación es evidente. Sin embargo los resultados son muy inferiores en lo referido a fracaso escolar, de abandono de los estudios, de no superación de niveles como la enseñanza secundaria, al tiempo que la Formación Profesional de grado medio sigue apareciendo como refugio del fracaso escolar, lo que incide en la carencia de profesionales.

La oferta de empleo que se ha generado a lo largo de los últimos años ha necesitado un escaso reconocimiento de la cualificación en la mayoría de los casos, o un exceso de cualificación, acreditaciones y titulaciones, en el otro extremo.

El sistema productivo exige avances en el reconocimiento y acreditación de las competencias profesionales adquiridas por la vía de la experiencia laboral y la formación no reglada. Es necesario integrar acciones de formación y orientación en itinerarios personalizados y que garanticen la formación a lo largo de toda la vida.

Junto a la Formación Profesional, la Formación Continua también ha experimentado un alto nivel de crecimiento pero aún no equiparable a los países de nuestro entorno. La Formación Continua exige ocupabilidad y actualización permanente de la cualificación profesional de los trabajadores.

La formación a lo largo de toda la vida debe incorporar la generalización de la cobertura de plazas en educación infantil 0-3 años, porque la escolarización temprana favorece el desarrollo personal y social de los niños y porque es un medio eficaz para conseguir la equidad y prevenir el fracaso escolar, además de ser esencial para la conciliación de la vida laboral y familiar.

Para CCOO y UGT, desde nuestra propuesta sindical para un Acuerdo por el Empleo y la Protección Social, vamos a reivindicar un amplio fortalecimiento de la educación y del sistema educativo, para hacer frente a la crisis y preparar la llegada de un sistema productivo más sólido.

En este sentido, nos ha de merecer la pena una reflexión pausada, que el Tratado de Bolonia nos va a propiciar. ¿Hacia dónde queremos que vaya nuestra Universidad? Hemos de ser capaces de que nuestros Universitarios salgan de las facultades capacitados para una inmersión continua en el mercado laboral. Ajustar las Universidades a las demandas de la sociedad, valorar la creación/supresión de diferentes departamentos nacidos de manera “ficticia” de espaldas a la propia Universidad. En definitiva hemos de ser capaces de crear una Universidad ágil y que de respuesta tanto a la sociedad como a los estudiantes.

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